Coronas o «Fundas» Santa Pola
Son coberturas completas o parciales de la superficie de los dientes. Se fabrican a medida, después de que el dentista talle los dientes y obtenga un molde del eje dentario de sujeción. Finalmente se cementan de forma fija.
Pueden ser de Zirconio o metalcerámicas:
1. Estética
Circonio: Las coronas de circonio son altamente estéticas, ya que el material es blanco, translúcido y se parece mucho al diente natural. Esto las hace ideales para los dientes frontales o las áreas más visibles, donde la apariencia es clave.
Metalcerámica: Estas coronas combinan un núcleo metálico con una capa de cerámica en la superficie. Aunque la cerámica se asemeja al diente natural, el núcleo metálico puede hacer que la corona luzca menos natural en algunos casos, especialmente si las encías retroceden y dejan ver un borde oscuro en la base.
2. Resistencia y durabilidad
Circonio: El circonio es un material muy fuerte, resistente a la fractura y a la corrosión. Esto las hace duraderas, aunque en algunos casos el circonio puede ser un poco más rígido que otros materiales, lo que podría afectar los dientes opuestos en personas que tienden a apretar o rechinar los dientes.
Metalcerámica: La combinación de metal y cerámica también ofrece una buena resistencia y durabilidad. Sin embargo, con el tiempo, la cerámica en la superficie puede desgastarse o romperse, lo que podría exponer el núcleo metálico en casos de desgaste extremo.
3. Compatibilidad biológica
Circonio: Es altamente biocompatible, lo que significa que es menos probable que cause reacciones adversas o alergias. Además, el circonio no tiene metal, por lo que no existe riesgo de corrosión en la boca y es menos probable que cause irritación en los tejidos blandos.
Metalcerámica: Algunas personas pueden presentar sensibilidad o reacción al metal en la corona, aunque esto es poco común. Además, la presencia de metal puede aumentar ligeramente el riesgo de que las encías reaccionen desfavorablemente, especialmente en personas predispuestas.
4. Precio
Circonio: Suelen ser más caras debido a las propiedades estéticas y biocompatibles. El proceso de fabricación de las coronas de circonio también suele ser más complejo y requiere tecnología avanzada, lo que incrementa el costo.
Metalcerámica: Generalmente, estas coronas son menos costosas que las de circonio, lo que las convierte en una opción popular y económica, especialmente para dientes posteriores donde la estética no es tan crucial.
